Aunque el calendario aún no marque diciembre, la magia de la Navidad está a la vuelta de la esquina. Y si hay un destino en Europa que se convierte en el epicentro absoluto del espíritu navideño, ese es Estrasburgo, en Francia.
Estrasburgo: La Capital Mundial de la Navidad
Esta ciudad, a solo dos horas de vuelo, no es solo un mercadillo; es una inmersión en cuatro siglos de tradición. Estrasburgo es considerada la "Capital de la Navidad", y con justa razón. Su mercado, que data de la Edad Media, es el más antiguo de Francia y uno de los más bellos del mundo.
A partir del 26 de noviembre, más de 300 casetas de madera transforman toda la ciudad. Al caer el sol, Estrasburgo se convierte en un auténtico espectáculo de luces y guirnaldas, uniendo plazas y plazoletas en un brillo inigualable.
El punto culminante de esta celebración es, sin duda, la Plaza Kléber, donde se alza un majestuoso abeto de 30 metros, conmemorando una tradición alsaciana de hace más de cinco siglos.
Pero la magia va más allá de las compras. Es la época ideal para visitar sus templos, donde se celebran conciertos y exposiciones únicas, como el valioso conjunto de tapices de la Virgen María en la Catedral.
Si buscan vivir una Navidad auténtica, con historia y una atmósfera espiritual que no tiene parangón, Estrasburgo es la elección perfecta. La magia, simplemente, ha decidido
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