En la isla de Cefalonia, al noroeste de Sami, se encuentra una de las tantas cuevas abiertas de cara al público más aventurero. Como particularidad, el agua de la Cueva Melissani se caracteriza por tener un precioso tono azul celeste, que mezclado con las grandes rocas que adornan el fondo de la formación geológica, no dejan indiferente a ninguno de sus visitantes.
La cueva fue descubierta en el año 1951 por Giannis Petrocheilos. Posteriormente se supo que Giannis hizo un redescubrimiento, es decir, el origen de Melissani se remonta a la Mitología Griega, en la que sirvió de culto a las ninfas.
En 1962 tuvieron lugar unas excavaciones en el interior de Melissani y se encontraron pocas, pero importantes reliquias de una antigua cultura minoica en Cefalonia. Las lámparas de aceite, platos y figuras muestran al dios Pan y diversas ninfas.
Actualmente, el recorrido de las excursiones guiadas, que se llevan a cabo en pequeñas embarcaciones, tiene forma de una 'B', con dos salas grandes llenas de agua y una pequeña isla en el medio. La primera sala tiene una abertura ovalada grande a la superficie, donde brilla la luz del sol, creando un impresionante ambiente natural. La segunda es una caverna enorme con el techo en forma de bóveda, debido a la pendiente de la colina.
La visita a esta cuevas de aguas saladas es la más cara de toda Grecia. Pero esto no frena a los miles de turistas que se atreven a bajar a las profundidades de Cefalonia.
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miércoles, 6 de febrero de 2013
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