Dentro
del estado de Maranhão, al norte de Brasil, el desierto de Lençois
Maranhenses conforma uno de los lugares más curiosos de Sudamérica, y
posiblemente del mundo entero. Su peculiaridad se aprecia durante los meses de
Junio a Septiembre, cuando el desierto se llena de lagunas de color verde
azulado.
El
desierto del que hablamos pertenece al Parque Nacional del mismo nombre,
Lençois Maranhenses, ocupando un área cerca de los 300 km². El fenómeno
natural que lo diferencia de todos los demás desiertos del mundo se origina por
las fuertes y abundantes lluvias que van acumulando agua entre las dunas, dando
lugar a los estanques de agua.
El
registro anual de agua de lluvia en el desierto Lençóis Maranhenses es de 1,600
mm, es decir, 300 veces más comparado con el desierto cálido más grande
del planeta, el Sahara. Durante el período de sequía, las lagunas se
evaporan y se secan por completo. Después de la temporada de lluvias, las
lagunas son el hogar de varias especies de peces, aves,
cangrejos, tortugas y almejas.
La
vida animal se ha adaptado sorprendentemente bien al lugar. Las
lagunas acogen en las temporadas lluviosas a especies como peces, tortugas o
almejas. Los problemas tendrían que llegar con los meses de sequía, sobre todo
con los anfibios. Pero cuando vuelve la lluvia, la vida animal retorna a su
normalidad. La hipótesis para explicar esta curiosidad es que los huevos que
ponen los peces antes del escaseo de precipitaciones, permanecen intactos hasta
que vuelva la lluvia.
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sábado, 7 de septiembre de 2013
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