domingo, 9 de marzo de 2014


6 Destinos Europeos para ‘hiperrománticos- 2º PARTE

by Grupo Europa

Suspiros bajo el puente en Venecia
Flickr: Flat Grandpa
El de los suspiros es uno de los puentes más famosos del mundo y probablemente uno de los más románticos, aunque solo sea por el nombre. Está muy cerca de la Plaza de San Marcos y une el Palacio Ducal con la antigua cárcel de la Inquisición (Piombi). La verdad es que su nombre no responde a ninguna leyenda romántica sino que se debe a los suspiros de los prisioneros que en este puente barroco tenían la oportunidad de ver por última vez el cielo y el mar. Fue Lord Byron, el gran poeta del romanticismo, quien lo bautizó con ese romántico nombre evocando una leyenda relacionada con la muerte y el infortunio, aunque ahora los amantes lo utilicen para fotografiarse bajo él.

Un beso y un vals en Viena

Flickr: Jordi y Bea
En 1908 el vienés Gustav Klimt pintó El beso, su obra más famosa y también una de las representativas del movimiento modernista de la Secesión. En ella aparece una pareja envuelta en un tierno abrazo sobre un campo de flores, todo ello con pinceladas de oro y con efecto de mosaicos. Para ver el célebre cuadro hay que acercarse a la Galería del Alto Belvedere (Prinz-Eugen-Strasse 27), el palacio de verano del siglo XVIII del Príncipe Eugenio de Saboya.
Pero si hay un sitio romántico en Viena, ese es el Danubio que serpentea a través de la ciudad. Strauss compuso un vals a su belleza y le convirtió en un símbolo romántico. Podremos aproximarnos a él desde el Donauinsel, un islote en medio del río, con paseos por sus orillas, áreas de baño y barcas de pedales para navegar en pareja.

Una colina para amarse, en Praga

La llamada colina de los enamorados está en pleno centro de Praga, bordeando la zona del castillo de la ciudad y levantándose directamente sobre el río Moldava. Es muy fácil reconocerla porque está presidida por la Torre Petřín, una réplica de la Torre Eiffel desde la que se ofrecen unas magníficas vistas de Praga. Este es un parque al que las parejas suelen ir para pasar el tiempo libre y que acoge en una de sus laderas una estatua de bronce del poeta checo Karel Hynek Mácha representante del romanticismo checo en el siglo XIX. En torno a esta estatua se cuentan varias leyendas de amor. La más popular es que si se coloca una flor en el pedestal del monumento serás amado para siempre por tu pareja. También dicen que los que se besan junto a la estatua se amarán para siempre.
Cerca del mirador de Petřín los enamorados podrán entrar en el laberinto de espejos, muy popular entre los checos. Fue uno de los pabellones de la Exposición Nacional de Praga de 1891 y representa la antigua puerta de entrada al monte Vysehrad, otro legendario lugar de la ciudad.

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