En
el valle del río Peneo, situado en Tesalia, Grecia, se
conservan los inusuales Monasterios de Meteora,
literalmente suspendidos en el aire. Se construyeron en el siglo XVI sobre la
cumbre de grandes formaciones rocosas de hasta 600 metros de
altura.
Estos
inaccesibles paisajes llenos de picos y acantilados fueron formados por la
acción del mar. Al parecer un terreno perfecto para la comunidad monástica que
habitó en Tesalia desde el siglo X hasta el XVI. La Unesco decidió en el año
1988 que los Monasterios de
Meteora debían de pertenecer al Patrimonio de la
Humanidad.
Entre los pocos monasterios que están abiertos de cara al público y a
la vez son accesibles sin jugarte la vida, destacamos el Megálou
Meteórou. Es el que se encuentra a más altura (415 metros) de las 24
construcciones religiosas que se llevaron a cabo en aquella época.
Las
impresionantes vistas y los secretos religiosos que recogen estos monasterios
hacen que merezca la pena visitarlos. Aunque hasta el año 1920 la única forma de
acceder a ellos era usando escaleras plegables o tirolinas artesanas.
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sábado, 9 de noviembre de 2013
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