El Hotel submarino del Lago Mälaren, único en su género by Grupo Europa

Aunque existen distintos proyectos de hoteles sumergidos bajo el mar equipados con todo tipo de prestaciones lujosas, por el momento se quedan proyectos de futuro. Elprimer hotel submarino del mundo ha abierto sus puertas en un lago de Suecia, dejando en segundo plano a los que se han ideado para países como Dubai, China, Maldivas o Fiyi.

El Hotel Utter Inn es sobretodo curioso. Nació como uno de los proyectos del artista sueco Mikael de Genberg. Conocido por su afinidad a los medios de vida alternativos, creó en 2013 este alojamiento ubicado a un kilómetro del puerto Västerås en el Lago Mälaren, a unos 100 kilómetros de Estocolmo.

Lo que vemos nada más llegar, es una casita sueca típica, excepto por el hecho de que está flotando en el lago. La paz y la tranquilidad es asombrosa. No hay comodidades y debes llevar tus propias bebidas y comida, pero del desayuno y del agua potable se encargan en el hotel. También con un cargo extra pueden prepararte la cena. En la habitación de arriba hay electrodomésticos de cocina, estufa, vajilla y 10 litros de agua dulce. El hotel cuenta con un baño seco y aunque no dispone de electricidad, hay calor de propano y energía en las lámparas. Solo una prohibición, no se puede pescar.

Fuente: Visitvasteras.se

En el puente flotante de 25 metros cuadrados, es posible nadar, relajarse tomando el sol, o disfrutar de las vistas, e incluso acercarte a un spa cercano con el barco hinchable que te proporciona el hotel, o explorar una de las islas cercanas deshabitadas. Más tarde, al caer la noche, es el momento de bajar a tu habitación con ventanas panorámicas en cuatro direcciones, pero a tres metros por debajo de la superficie del agua. Los peces serán tus compañeros de sueño.

Los precios de las habitaciones (sólo para dos personas) empiezan desde 110 euros por persona y noche. El hotel permanece abierto de abril a octubre, y se puede reservar a través de la Oficina de Turismo de Västerås. Eso sí, se recomienda reservar con bastante antelación, sobre todo si se desea estar en verano.