domingo, 24 de noviembre de 2019

DUBAI . LA TORRE  DIANÁMICA , 360º CADA 90 MINUTOS

La Dynamic Tower​ (Torre Dinámica) es un proyecto visionario que, en principio, sería usado parte como hotel y parte residencial. Su coste superará los de 540 millones de dólares . El inicio de la construcción estaba previsto para 2008, pero debido a la crisis financiera mundial, y a la recesión en el mercado inmobiliario de Dubái, no se empezaron las obras.
 ños más tarde, 2013, el arquitecto italiano israelí David Fisher, fundador y presidente del Dynamic Architecture Grup, dijo que tenía se proponía construir esta torre de 80 pisos con un sistema que le permitiera hacer un giro completo de 360º cada 90 minutos. Todos los detalles de la ubicación de la torre, la financiación y el plazo de construcción no fueron revelados, manteniéndolos en secreto para que fuera una "sorpresa".
Cada una de las plantas de Dynamic Tower albergará un único apartamento que tendrá forma de disco elíptico y podrá girar de manera independiente al resto del edificio. El propietario decidirá la orientación conveniente en cada momento, lo cual será posible debido a que cada piso dispondrá de un mecanismo de rotación propio, independiente de la estructura general.

Según explica el blog Structuralia, a pesar de que la velocidad de giro será regulable no será superior a los 4 grados sexagesimales por minuto, lo que quiere decir que cada piso tardará aproximadamente una hora y media en ejecutar una vuelta completa moviéndose a máxima velocidad. Así que parece ser que los afortunados propietarios necesitarán unas ligeras nociones de matemáticas si planean ver la puesta de sol o el anochecer.
Dado que los distintos pisos tendrán forma alargada y girarán de manera libre e independiente al resto, parece obvio que Dynamic Tower no tendrá una forma fija, la configuración de su estructura será diferente a cada momento y hora del día, dependiendo de la velocidad de rotación escogida por los diferentes inquilinos.

Dynamic Tower será totalmente sostenible, según sus promotores. La energía necesaria para el continuo movimiento de los apartamentos será proporcionada por un sistema de turbinas eólicas y paneles solares incorporados a la estructura del edificio.
Además, será el primer rascacielos prefabricado en un 90%. Su estructura se basará en una torre de forma cilíndrica y orientación vertical que se situará en el centro y será ejecutada “in situ”, a la cual se irán uniendo módulos prefabricados que darán estructura a las viviendas y estancias. Cada uno de estos pisos estará formado por 40 módulos. El núcleo central del edificio albergará las principales conexiones y también el sistema de ascensores. Lo que se pretende con esta metodología constructiva es una optimización de los costes y tiempos de las distintas fases del proyecto. Está previsto que Dynamic Tower abra sus puertas en el año 2020.

jueves, 31 de octubre de 2019


¿Italia es su próximo destino? Cinco curiosidades para comer como un local

Nápoles: la cuna de la pasta donde el digestivo no puede faltar

Mandamiento número 1: la pasta se enrolla en una cuchara y ni el aperitivo ni el digestivo pueden faltar. En Nápoles, lugar donde la pasta nació en Italia como con el nombre de makaria, el espagueti con almejas figura como uno de los predilectos de los napolitanos para primer plato principal (primi), ya que el protagonista es su amado mar ¿Con o sin tomate? Esta es una disputa que divide a los más tradicionales. Los más veggies se decantan por los espaguetis a la putanesca, con aceitunas y alcaparras. Eso sí: nada de picarla con el cuchillo. Debe enrollarse con el tenedor en una cuchara y todo lo que haya va para dentro. Una buena jornada debe incluir un aperitivo como una buschette (pan tostado con diversos condimentos). Muy importante: toda comida debe terminar con un limoncello, digestivo que nació en esta región.

Roma: la Ciudad Eterna del antipasto y los barrios históricos

Mandamiento número 2: los codos fuera de la mesa, ahí sólo se cuela el antipasto. En la capital italiana el antipasto es una norma. Un clásico es el supplì alla romana, una suerte de croqueta rellena de arroz, queso, carne y mozarella. Sin duda, el mejor abreboca para lo que viene después: el gran plato de pasta. Los bucatini (unos espaguetis gruesos con un agujero en el medio) son un clásico que Roma ha adoptado con la salsa amatriciana. El quinto cuarto es otra estrella de la Ciudad Eterna. Son unos macarrones de pajata (hechos con el intestino de ternero) con rabo de buey. Los más clásicos prefieren espaguetis a la carbonara o los tonnarelli con aceite, pimienta y pecorino. Los mejores sitios para comer están en los rioni (barrios del centro histórico). El Celio en una de las siete colinas (detrás de El Coliseo) ofrece además unas vistas de la ciudad impresionantes. No podemos olvidarnos del Trastevere y sus pintorescas calles y casas.

Florencia: la ciudad museo de gastronomía campesina

Mandamiento número 3: el pan se moja en la salsa. Lo que quizás mucho no saben es que en la cuna del Renacimiento y el enclave de los Médici la mayoría de sus platos típicos son de origen campesino, lo que ha hecho del pan un manjar de mil maneras. La panzanella, una especie de ensalada de pan, es una de las reinas de la mesa florentina. En su forma habitual se usa para acompañar los principales (primi y secondi), como la lasaña bastarda, que se hace con láminas de harina de trigo y castaña, y un sofrito de tomate, beicon y puerros; o el pappardelle con frutos del mar. Una regla de todo comensal italiano es mojar el pan en la salsa que sobra en el plato. Algunos son más atrevidos y lo hacen directamente en la olla. Una vez comidos (y felices) se puede aprovechar para visitar el Jardín de Boboli, ideal para desconectar dando un paseo por sus grutas y el Jardín de los Caballeros.

Venecia: donde el mar se cruza con la pasta, el capuchino y los helados

Mandamiento número 4: el café es el protagonista y los niños comen los mismo que los adultos. En la ciudad de los canales no sólo reina el amor, sino también la comida de mar. En los alrededores de la Plaza San Marco y el Rialto abundan los restaurantes donde los reyes de la mesa son los espaguetis de almejas o mariscos, así como los bigoli, una pasta parecida a los espaguetis que se hace con diversas salsas, especialmente de pato. Eso sí: los niños comen lo mismo que los adultos. Así que nadie se sorprenda si no encuentra el menú infantil. ¿De postre? Helado, y cerca de la Torre dell'Orologio o el Palacio Ca'Rezzonico, hay lugares donde probar una buena ración y cumplir con una tradición ineludible: tomar un café. El capuchino es quien manda.

Milán: la gran metrópoli donde vivir la última cena con ñoquis y carpaccio

Mandamiento número 5: si no hay mucha verdura, entonces hay que pedir ensalada. Capital de la moda, del lujo, de lo culto, el progreso… y del placer de manggiar. En Milán se puede vivir la gastronomía de dos formas muy peculiares: en sus famosas trattorias y a través del arte con el histórico mural La última cena, surgido del pincel de Da Vinci y que reposa en el convento de Santa Maria delle Grazie. Para ésta última sólo hay que reservar entradas; para la primera no hace falta más que recorrer sus calles. El gran clásico: los ñoquis. La patata y el queso hacen magia en el paladar. A falta de carne, lo mejor es el típico carpaccio. Pero si no hay una buena dosis de verduras, hay que compensarla con una buena ensalada como contorno. La caprese es la delicia se de esta región. En los restaurantes de la Galería Vittorio Emanuele y en el barrio Navigli los chefs sorprenden con sus versiones de todos estos platos.

domingo, 20 de octubre de 2019

IBERIA EPRESS CONTRA EL CANCER DE MAMA.

Con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, Iberia Express se suma a la lucha contra esta enfermedad mediante diferentes acciones, tanto en sus vuelos como en tierra, con el objetivo de mostrar su apoyo a las mujeres que padecen la enfermedad y a sus familias, así como para respaldar las iniciativas de sensibilización puestas en marcha por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en favor de la investigación, la prevención y el diagnóstico precoz de esta enfermedad.Iberia Express instala cabezales conmemorativos para apoyar la lucha contra el cáncer de mama.
La aerolínea ayuda a visibilizar esta lucha
La compañía se tiñe de rosa con la instalación en uno de sus aviones de cabezales conmemorativos, así como con el uso de este color, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, en las pantallas de las puertas de embarque de la T4 del aeropuerto Adolfo Suarez-Madrid Barajas y en la página web de Iberia Express.
De esta forma, se busca mostrar apoyo y solidaridad, así como contribuir a la creación de una conciencia colectiva sobre esta enfermedad que, según la AECC, una de cada ocho mujeres padecerá a lo largo de su vida.
En esta línea, la compañía entregará también a sus pasajeros lazos rosas de la AECC que simbolizan el compromiso y apoyo a esta causa, folletos informativos sobre la prevención del cáncer de mama y botellas rosas de agua mineral de Solan de Cabras, como parte de su programa “Gotas de Solidaridad”.
Además, con el propósito de dar una mayor visibilidad a la campaña de la AECC sobre la importancia de la concienciación y la prevención, Iberia Express ha incluido en su plataforma de entretenimiento a bordo, Club Express Onboard, vídeos testimoniales, así como posters informativos con preguntas frecuentes a los que los pasajeros tendrán acceso a través de sus dispositivos móviles desde este viernes y durante el resto del año.
La compañía realizará donaciones a AECC
Iberia Express donará a la AECC la recaudación obtenida este viernes con la venta de los productos de su carta menú, a excepción de las bebidas alcohólicas. Además, proporcionará 1€ por cada reserva de vuelo realizada en la web de la aerolínea, también durante el viernes.
“Un año más, hemos querido sumarnos a esta lucha, a la que tantas mujeres en España se enfrentan en su día a día, e involucrarnos con iniciativas que pongan de relevancia la enorme labor que hace la AECC en favor de la sensibilización y concienciación sobre esta enfermedad. Creemos que es fundamental sumar esfuerzos para fomentar la divulgación de métodos preventivos, la importancia de la detección temprana de la enfermedad, así como transmitir a todas las mujeres que la padecen que, por ellas, Damos La Cara” ha comentado Elena Baillo, directora corporativa y financiera de Iberia Express.

miércoles, 2 de octubre de 2019

VOLVEMOS A  LA RIBERA SACRA

 Para todos aquellos que no pudieron visitar la Ribera Sacra el mes pasado, NUEVA SALIDA. Traslado en autocar ( diferentes salidas), seguro, visita a bodegas , comida , tren turístico y degustación licores . Precio 48 Euros (plazas limitadas)

jueves, 8 de agosto de 2019

            Buenos Aires, la ciudad abrumada

Uno de cada tres argentinos vive en ella y sus alrededores. En total, 15 millones de personas que últimamente sonríen poco. La incertidumbre de la economía hace que Buenos Aires parezca un mundo combustible. Pero esta sigue siendo todavía una gran ciudad que se jacta con justicia de la ambición cultural de muchos de sus pobladores. Nueva entrega de una serie en la que Martín Caparrós toma el pulso a grandes urbes de Latinoamérica.

YA sé que  son azares. Yo caminaba lento, casi preocupado, porque venía de la lavandería donde había dejado mi ropa el día anterior y donde, en lugar de la empleada colombiana, me encontré una policía que me dijo que el local estaba clausurado porque “anoche hubo un incidente”. Le pregunté qué había pasado y me contestó que no sabía, que no era un robo sino “algo entre los propietarios”.
     –No, qué fue no sé, no le puedo informar, pero al fondo está lleno de sangre, no sabe la sangre que hay ahí.
     Me dijo y yo caminaba lento, casi preocupado, pensando en mi ropa secuestrada quizás ensangrentada y en los azares y esas cosas de la vida –llovía suave, el viento picoteaba– cuando ví, unos metros más allá, un muchacho de camiseta y pantalones cortos sucios que metía una pierna en un contenedor de basura, después la otra, después el torso y la cabeza y cerraba la tapa. Esperé unos minutos, no salía, me dio miedo mirar.
     Algo no terminaba de estar bien.

La ciudad se llama Buenos Aires.
Lo sé: no puedo hablar de esta ciudad como de las demás. Yo nací acá y acá viví más de cuarenta años, acá nacieron mi madre y mi hijo, de acá es el idioma que hablo o el que escribo. Soy de acá. No vivo acá.
(–Uy, vos acá. Hace mucho que no te veo por el barrio.
     –Bueno, ahora estoy viviendo afuera.
     –Ah, qué envidia.)

Escena en el restaurante Güerrín, templo de la pizza porteña. ver fotogalería
Escena en el restaurante Güerrín, templo de la pizza porteña.

Buenos Aires fue, para empezar, un puerto. Porteño, el gentilicio de sus habitantes, lo delata. Buenos Aires surgió como un puerto para exportar los productos de un campo rico y concentrado: primero cuero y carne salada; más tarde trigo y carne fresca. Buenos Aires siempre vivió del resto del país. A principios del siglo XX atrajo a millones de inmigrantes europeos; a mediados de siglo, a millones de inmigrantes provincianos; a fines, a millones de inmigrantes bolivianos, peruanos, uruguayos, paraguayos. Ahora uno de cada tres argentinos vive en ella y sus alrededores: unos 15 millones de personas.
     Buenos Aires, como toda capital, es muchas, pero si tiene un centro es la plaza de Mayo. En esta plaza se fundó la ciudad –la segunda vez, porque la primera fracasó– en 1580. En esta plaza criollos y españoles se alzaron contra el rey de España; aquí se levantaron cabildo y catedral y casa de gobierno; aquí debía erigirse en 1910 la gran columna patria que, de puro coherente, nunca se hizo; aquí se plantaron, hace 40 años, unas madres que buscaban a sus hijos y que impusieron la palabra desaparecidos; aquí se juntaron multitudes para torcer el destino del país de tanto en tanto; aquí, ahora, hay grandes rejas que intentan impedir que lo repitan. Aquí, ahora, pocos creen en rejas.

Y es cierto que el centro de la ciudad se ve “europeo”. Europeo, aquí, significa edificios de siete u ocho pisos de tiempos y estilos tan diversos mezclados al tuntún, a la argentina: flashes de Barcelona, de París, de Atenas, de Casablanca en una misma cuadra. Europeo significa también que los rastros del pasado colonial fueron cuidadosamente eliminados por gobernantes y ciudadanos que detestaban –o despreciaban– todo lo español. Así que los europeos que llegan se preguntan si de verdad están en América Latina; la primera mirada les dice que siguen en su mundo. Después, poco a poco, la van viendo.
     O no.



Milonga en el salón Canning.
Milonga en el salón Canning.
Se mueven al compás, caras pegadas, pechos juntos, pelvis púdicamente separadas, los pies en firuletes compartidos: bordan un orden con el cuerpo, lo que se toca, lo que no se toca, lo que se puede y lo que no se puede. Bailan: en la pista de madera pulida del salón Canning, en la frontera de Palermo, dos docenas de parejas dan las vueltas previstas, repiten gestos aprendidos. El tango es la forma más controlada en que dos cuerpos pueden abrazarse –en público y sin pretextos amorosos. Son encuentros efímeros: tras dos o tres piezas, menos de diez minutos, los bailarines se darán las gracias y volverán a sus mesas respectivas. Se supone que vienen a bailar, no a seducirse. Y a respetar las reglas.
     –Claro que hay códigos, la milonga tiene muchos códigos. La mujer, por ejemplo. El hombre tiene que invitarla a bailar, pero no va a ir a buscarla a su mesa porque la pone en un compromiso, así que la cabecea desde lejos y si ella lo mira y le sostiene la mirada entonces sí se levanta y la saca.
     Me explica Estela Báez, bailarina y anfitriona de la milonga de esta noche. La milonga es un tipo de canción pero es, sobre todo, el lugar donde se bailan tangos: este salón, esos retratos de tangueros muertos, las luces tenues, el centenar de hombres y mujeres.
     –No sabés cómo me gusta verlos acá, bailando, disfrutando. Pero todo con mucho respeto, por supuesto.
     Me dice Estela –baja, llena, su vestido apretado– y que el tango es una forma de vida, su vida entera, su pasión, su lugar: que el tango es Buenos Aires.

Hace poco más de cien años, esta ciudad inventó un género que acabaría por inventarla. Era una música con ecos de negros y de gauchos, guitarras y tambores, que se bailaba hombre con hombre en los prostíbulos del Bajo; lo bautizaron tango. Más tarde los terratenientes argentinos fueron moda en París y lo impusieron; poco antes de la Primera Guerra el Vaticano condenó –es lo suyo– “esa danza del demonio” y eso le dio, por supuesto, más morbo y más caché.
     Pero entonces era pura música. El primer tango con palabras –sin palabras el tango no habría sido– se estrenó en 1917, se llamó Mi noche triste y fue elocuente: “Percanta que me amuraste/ en lo mejor de mi vida,/ dejándome el alma herida/ y espinas en el corazón…”. Su principio era solo porteño: “percanta que me amuraste” no se entendería en ningún otro rincón del castellano. (“Muchacha que me dejaste” sería una traducción aproximada). El tango, así, consagraba al mismo tiempo una lengua local y una forma de ser. Lo cantó como nadie Carlos Gardel, un bastardo francés con la sonrisa de un príncipe italiano que incluso se dio el gusto de matarse en un accidente de avión en Medellín, y sus historias armaron una forma de ser: hablaban de abandonos, traición, melancolía, sus quejas respectivas.

Estela mira alrededor, atenta, vigilante, y dice que le gusta tanto ver cómo los extranjeros aprenden esas reglas, las respetan, y que esta noche hay franceses, polacos, rusos, italianos, americanos, brasileños, chilenos y quién sabe qué más. Las mujeres trajeron sus zapatos de tacón en una bolsa, polleras ajustadas; los hombres van en mangas de camisa. Algunos beben espumante, otros cerveza, muchos agua o café o cocacola; hay tres o cuatro menores de 40.
     –Yo una vez por año vengo a Buenos Aires, a bailar. Ahorro, no es barato, pero me da vida, me hace sentir distinto.
     Dice Jean-Paul, comerciante de Nîmes, la cincuentena bien llevada, el pelo lacio y entrecano.
     –Los argentinos no saben lo que se pierden.
     –¿Los franceses, querés decir?
     –No, quiero decir los argentinos.
     El tango agonizaba. Muy pocos lo bailaban, los jóvenes lo creían cosa de viejos, no se componían: ningún tango clásico fue escrito después de 1950. Hasta que, en los 90, jóvenes europeos llegaron y lo descubrieron. Tomaron clases, se entusiasmaron, revivieron los viejos salones. Alguien creyó que les gustaba porque era una de las pocas formas en que una alemana o neoyorquina post-feministas podían dejarse llevar por un hombre sin faltar a sus ideas, con espíritu de chiste folclórico. Lo cierto es que el tango volvió, y se volvió una postal de Buenos Aires.

Un rincón de la plaza de Mayo.El tango fue producto de la mezcla: el milagro de una ciudad que tenía 200.000 habitantes en 1870 y dos millones en 1920 –y más de la mitad eran inmigrantes. En esos años Buenos Aires era una de las ciudades más pobladas y potentes del mundo; era, dijo Malraux, “la capital de un imperio que nunca existió”; era, también, la cabeza desmedida del país del futuro y quería que se viera. Era, entonces, una ciudad de nuevos ricos que querían hacer olvidar su novedad a fuerza de riqueza y encargaban palacios que trataban de parecer reales. En esos años, entre 1890 y 1940, sus dueños construyeron las mansiones de la plaza San Martín, el Congreso, la Avenida de Mayo, los edificios Estrougamou, Kavanagh y Barolo, el Obelisco, la avenida Nueve de Julio, la Bombonera, el subterráneo: casi todos los monumentos que aún la identifican. Y el tango. Lo que ven quienes vienen a mirarla es una ciudad que se armó hace casi un siglo. Buenos Aires alguna vez fue tango; ya no es.
EL PAIS 25/05/19 

sábado, 3 de agosto de 2019

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                                      LOS CANEIROS ...


lunes, 22 de julio de 2019

             DATOS PARA UN VIAJE PRACTICO - OCEANIA

OCEANÍA
36. En Nueva Zelanda, recuerda que kiwi puede ser una fruta, un animal o una persona.
37. En Nueva Zelanda, si te empeñas, te puedes bañar en la playa todos los días. Su punto más alejado del mar está a 119 kilómetros.
38. En Nueva Zelanda hay muchas especies de animales, pero casi ninguna es venenosa: ni serpientes, ni escorpiones. Solo alguna especie de araña.
39. En Australia, vigila los ingredientes si no te apetece comer carne de canguro. El Gobierno del país lleva años instando a consumirla porque hay el doble de canguros que de personas...
40. En la parte occidental de Australia hay varios lagos rosados, como el Hillier. Para tu Instagram y eso.



Lago Hillier de Australia / Auscape (Getty)

sábado, 20 de julio de 2019

DATOS PARA UN VIAJE PRACTICO -AFRICA

AFRICA

28. En Isla Reunión, departamento de ultramar francés, puedes pagar en euros.
29. En Marruecos y en otros países islámicos hay farmacias cuyo símbolo es una media luna, en vez de una cruz verde.



Señal de farmacia en Marruecos / aledalma (Getty)
30. En Marruecos se puede esquiar (en temporada de invierno). En Oukaïmeden.
31. En países como Ruanda, Kenia, Senegal y Tanzania está prohibida la producción y utilización de bolsas de plástico. Llévate de tela de las de casa para envolver zapatos, ropa sucia y hacer compras
 32. En Zimbabue, desde donde puedes visitar las cataratas Victoria, es mejor que lleves bastantes dólares en dinero contante y sonante. Existe una crisis de efectivo desde 2009 y los cajeros no dan pasta.
33. En África subsahariana el uso del móvil está plenamente extendido y las tarjetas SIM con tarifas de datos son muy baratas. Si puedes, lleva un teléfono libre y usa una línea local. Merece la pena.
34. En Kenia, los masai están acostumbrados a ver turistas de safari, así te preguntarán un montón de cosas. No desconfíes y cuéntales, es simple curiosidad.
35. Si vas de safari, evita determinados colores en la ropa: el blanco se ensucia mucho con el polvo. Y llaman mucho la atención de los animales daltónicos los azules y negros, porque atraen a la mosca tse-tse. Colores brillantes y estampados fuertes porque igualmente crean mucho contraste… Mejor tonos neutros o pasteles.



A ver qué te pones para ir de safari. Tamara Malesevic (Getty)

jueves, 18 de julio de 2019

           DATOS PARA UN VIAJE PRACTICO -AMERICA
AMÉRICA
21. En México y Colombia, pena significa vergüenza. "Qué pena" quiere decir "qué vergüenza". Hablamos la misma lengua, pero hay diferencias.
22. Seguramente sabes que usar el verbo coger es peligroso. Estos son los países donde la palabra hace referencia al acto sexual, según la RAE: América Central, Argentina, Bolivia, México, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
23. Y el termino concha es una forma vulgar de referirse al aparato reproductor femenino en: Argentina, Bolivia, Chile, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay.
24. En Canadá, la edad mínima para beber varía según el Estado. En algunos es a partir de los 18 años y en otros a partir de los 19.
25. En Canadá, una sociedad que respeta tanto la multiculturalidad, preguntar ¿De dónde eres? Puede ser problematico. Mejor evitar la pregunta...
26. En Chile también puedes parar a merendar. Se llama las onces, pero como en España es a media tarde, entre las 5 y las 9.
27. En países como Chile, al Este y Oeste se les denomina Oriente y Poniente. Es fácil que lo encuentres así en carreteras y carteles informativos.



: Si viajas de Oriente a Poniente, se recomienda usar el retorno en el Km. 23. @mop_chile

martes, 16 de julio de 2019

          DATOS PARA UN VIAJE PRACTICO -EUROPA

EUROPA
12. En Bulgaria, presta atención porque dicen sí con la cabeza moviéndola a los lados y dicen no moviéndola de arriba a abajo, al contrario que en casi todos los países del mundo.
13. En Alemania, la palabra nazi no es muy cómoda. No lo digas aunque en España nos encante colarla a menudo (véase feminazi).
14. En Italia, si ves a alguien atornillarse el carrillo, quiere decirte que algo está muy bueno. En este vídeo del canal de YouTube SaraydesdeMilán explican más gestos.
15. En Austria, de momento, sigue siendo más tolerante de lo habitual con el tabaco. Hay bares y restaurantes donde puedes enfrentarte al humo. O disfrutar de él.
16. En Francia, mejor que no menciones nada sobre su tendencia a tirar las fresas de los camiones españoles. No saben de qué estás hablando.
17. En Francia, hay una calle Victor Hugo en cada ciudad del país, no vayas a equivocarte a la hora de reservar hotel…
18. En Polonia, todavía hay un montón de Milk Bars. Pero no son bares donde se bebe leche, como en La naranja Mecánica. Al menos ya no lo son. Estos comedores sociales de la época comunista se han convertido en una buena forma de comer abundante y barato en las ciudades del país.
19. En Suiza, prepara el diccionario. Es un país con cuatro idiomas oficiales (alemán, francés italiano y romanche). Hay regiones donde los carteles pueden estar escritos tan pronto en alemán como en italiano, o en alemán o francés…
20. En Suiza, si estás viajando por el noreste del país, puede que pases por un pueblo llamado Büsingen am Hochrhein. Que sepas que es un pueblo alemán, aunque esté rodeado por completo por Suiza.
Alemania dentro de Suiza / Wikipedia

domingo, 14 de julio de 2019

DATOS PARA UN VIAJE PRACTICO - ASIA

Viajar es sinónimo de aprender. Y desde que se inventaron las maletas con ruedas o las tiendas de campaña autonomas, todo es mucho más fácil.
Conoces nuevos lugares y personas, pero también te enfrentas a choques culturales y ligeras diferencias en el día a día con las que conviene estar prevenido. No importa qué contiente visites, te damos 40 datos útiles para tus vacaciones.
ASIA
1. En Japón, no hay color verde en los semáforos y se sustituye por el azul.
En el idioma japonés no existía una palabra para nombrar al color verde (midori) hasta hace un milenio. Antes compartía el término con el color azul (ao), pero los japoneses siguen acostumbrados a llamar al verde ao...
2. En Japón, casi ninguna calle tiene nombre.
Utilizan un sistema de tres números para indicar una dirección en concreto que marcan el número de área de distrito, de manzana y de edificio.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de Tokio (edificio digno de ver, a lo Blade Runner) está en el 2-8-1, Nishi Shinjuku Shinjuku-ku: en el edificio uno de la manzana ocho del área dos del distrito Nishi Shinjuku en el barrio de Shinjuku.



En Japón las calles no tienen nombre sino que usan un sistema de tres números que indica Distrito/Manzana/Edificio

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3. En Japón, la gente tiene su propia forma de marcar los números con los dedos.
Es una cosa fácil de aprender y que viene bien para pedir cerveza o sake en los bares sin saber el idioma. Del uno al cinco se marcan igual como en Occidente. Para marcar el seis, abren la mano (para marcar cinco) y colocan en la palma un dedo de la otra mano, que suma seis.
Para marcar siete, colocan dos dedos; para marcar ocho, tres dedos; y para marcar nueve, cuatro dedos. En el minuto 01:59 de este vídeo de la edición estadounidense de Condé Nast Traveler puedes verlo.



Así se marcan con la mano el 6, 7, 8 y 9 en Japón / Condé Nast Traveler
4. En Japón, pon tus brazos en forma de X para decir no, como el emoji (que para eso está).



No, en japonés
5. En Singapur, no masques chicle porque está prohibido.
6. En Singapur, tampoco tires colillas o papeles al suelo. La Corrective Work Order (CWO) reparte multas elevadas y pone a los infractores a limpiar las calles. Aunque seas turista, no te metas en lío.
7. En Dubái, su domingo es el viernes. El fin de semana es viernes y sábado (para tenerlo en cuenta a la hora de visitar sitios).
8. En Dubái, el metro es barato a pesar de la opulencia. Hay una Gold Class en el primer vagón, que sigue siendo barato. Comprarlo te hace sentir rico.
9. En Filipinas, no alucines cuando veas que muchos de ellos no saben pronunciar la letra f; son pilipinos. El imperio español bautizó al país en honor a Felipe II.
10. En China, si vas en los meses de verano, prepárate para el Beijing Bikini. 👇



I'm now worried that when I go into the office wearing the "Beijing bikini" colleagues will give me cold stares for egregious cultural theft.

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11. En China, también hay square dancing: un grupo de señoras bailando coreografías en las plazas de la ciudad.