Madagascar no es conocida sólo por su gran variedad de faunia y flora, sino también por su insólita geología. Nos desplazamos hasta la Reserva Natural de Bemaraha, en la provincia de Mahajanga, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1990. De sus 1.500 km² (teniendo en cuenta los 850 km² reservados para labores científicas al norte del Parque) totales de superficie destaca una zona salpicada por una serie de formaciones kársticas de caliza, conocida como el 'Bosque de los Tsingy'.
Estas increíbles formaciones se forman gracias a los 1.800 mm anuales que caen de lluvia anualmente en Madagascar. Durante el paso de los años, el agua va erosionando la parte externa de las piedras caliza, dejando al descubierto la parte interior, que es mucho más resistente. La forma vertical en la que cae la lluvia hace que tengan esa forma puntiaguda.
Los nativos de la zona bautizaron a estas formaciones con el nombre de 'Tsingy', que significa 'donde no se puede caminar descalzo'. Y lo cierto es que el caminar libremente por este bosque está al alcance de muy pocas especies, entre ellas, los lemures, que campan a sus anchas por el territorio de los Tsingy aprovechando su agilidad.
Por último, si se decide visitar la cuarta isla más grande del mundo, Madagascar, es imprescindible conocer la Reserva Natural de la que hemos hablado. Como consejo, hay que decir que la mejor época para viajar a Madagascar es durante la estación seca entre mayo y octubre, ya que el Bosque de los Tsingy sólo se puede visitar de día.
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viernes, 1 de marzo de 2013
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